
Hoy, 14 de Febrero... día fatídico para perdedoras/es como yo, estoy sentada ante el ordenador contemplando un pequeño ramo de flores azules, moradas y amarillas que luchan por sobrevivir con la escasa luz que en esta habitación hay.
Y agradezco la dulce compasión de la persona que me las ha traido, y el gran amor que ambos sentimos mutuamente; sé que es el único hombre que no me fallará nunca, sé que siempre estará ahí para escucharme y que su amor será siempre incondicional.
Gracias papá por haberte enamorado de mamá aquel día y gracias por estas rosas y estos lirios lilas.
Porque Cupido vive en nuestra casa; te quiero.
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