27 de mayo de 2008

Luna en la noche




Viose la Luna sola aquella noche de verano, pues las estrellas no aparecieron junto a ella.

Reflejos de un Sol ensangrentado iluminaban aún el cian del inmenso cielo, pero la belleza de éstos impedía que el brillo de los pequeños astros acompañase aquella Luna llena.

Las horas pasaron, y las esperanzas de ver morir aquel resquicio de Sol que aún quedaba crecían lentamente.

Llegó el momento en el que el Astro Rey se escondió tras las colinas, y la Luna miró ilusionada al cielo esperando verlo cuajado de brillantes estrellas.

Pero eso no ocurrió.

Cierto era que ya no quedaban rayos bermellones, ni tan siquiera cobrizos, pero la pobre Luna no cayó en la cuenta de que su redondo rostro iluminaba con tanta fuerza el manto celeste que las estrellas se perdían en su reflejo.

Pasó así aquella noche de verano, y la Luna se sintió desdichada.

Convenciose entonces de que debería esforzarse más para brillar menos, y así no eclipsar a sus compañeras, y eso hizo.

Cada noche, la Luna puso cuanto pudo de sí misma por menguar su luz, hasta que al cabo de los días apenas quedó de ella una pequeña porción brillante.

Complacida con el resultado de aquel laborioso trabajo, volvió la Luna a mirar al cielo de un cian fulminante.

Y siguió sin ver las estrellas.

Sin fuerzas para seguir menguando, la Luna quedó abatida y dejó de creer en el cielo estrellado.

Lentamente ésta volvió a crecer en brillo y redondez.

Pasó entonces que el verano murió y dio pie al otoño, cuando los vientos arrastran las nubes y se llevan al Sol lejos de las noches.

El cielo ya no fue cian, oscureció en un negro absoluto y fue entonces cuando la Luna alzó de nuevo la mirada.

Allí estaban: centenares de pequeñas estrellas tintinaban iluminadas dándole al cielo ese aspecto de manto de seda negra empedrado en cristales tallados que tanto había esperado ver.


_________________________________

Espero que os guste, la hice con cariño... dice mucho de mi ^^

No hay comentarios: