"Cada uno es artífice de su propia vida, de su propio destino."
Y de hecho así lo creí siempre, pero como en demasiadas ocasiones, la experiencia te hace descubrir que lo que piensas no siempre es verdad.
¿O es que acaso las decisiones de los demás, los pensamientos de los demás... podemos controlarlos?
Artífices somos de nuestras propias ideas, de nuestros pensamientos, de nuestra palabra, pero no lo somos de nuestras vidas ni de lo que ocurre a nuestro alrededor.
Muchas personas han colaborado en formar no sólo mi historia, si no también mi mente, mi razocinio, mi personalidad. Pero pocas son las que han conseguido que hoy en día sea quien soy, y no otra persona... aunque sí, "I tried to be someone else" en demasiadas ocasiones porque mi vida no me ha gustado... pero no lo he conseguido.
Hoy por hoy no puedo decir que lleve la vida que me gustaría, ni mucho menos... pero es la que me está tocando vivir. Por el momento ando a la espera (como muchos otros) de tener la fuerza suficiente para tomar las riendas de mis actos, de mis pensamientos...
En esta vida no somos artífices de nada, sólo podemos resignarnos... resignarnos como siempre he hecho; una resignación eterna a la que nunca me acostumbraré.
Ojalá supiese estallar como un fuego artificial, y cubrir el cielo de estelas ígneas... para almenos, alegrar la vista de unos cuantos soñadores que miran al cielo.
Pero no sé hacerlo, así que estallaré en volutas de humo de cigarro un día más... a expensas de poder colmar mi mente de ausencia de pensamientos.
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