27 de noviembre de 2007

Mi guía se ha perdido


Dime cabecita, dime...

¿Es que acaso no ves que me estás llevando por tortuosas sendas?

El Sol que tanto brillaba al final del camino se está escondiendo tras las colinas... y sin luz...

Dime cabecita, dime...

¿Crees que podrás guiarme si apenas puedo ver mis propios pies?

Y el camino, además de tortuoso está lleno de grandes guijarros y piedras afiladas que se meten en mis zapatos pero...

Dime cabecita, dime...

¿De qué servirá la bombilla que llevo en la mochila?, ¿Para qué me has hecho traer una cuerda, una hornilla...?

Dime cabecita, dime... dime lo que andas pensando.

Porque en este camino ando ya perdida... y estoy empezando a dudar de si hice bien o mal aceptándote de guía.

Dime cabecita, dime... y espero que no me mientas esta vez...

Has preparado un plan de huida, ¿no es así?

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