Salí de casa, cosa que hacía días que no me apetecía hacer y paseé por las calles del centro de Barcelona.
El viernes por la tarde, aquellas calles parecían panales de abejas atareadas revoloteando de un lado para otro sin apenas advertir la presencia del resto.
Miré a cuanta gente pude, recordé momentos vividos en cada uno de esos rincones y suspiré como nunca antes nadie me escuchó suspirar.
Cerré la mano esperando encontrar algo, pero sólo pude acariciar el aire.
Acaricé mi brazo derecho con la mano, pero no encontré el calor que buscaba.
Aquella tarde setí que faltaba algo...
Ausencias. Ausencias que duelen, que pesan. Cuanto más rodeada de gente estás, más sola te sientes. Ausencias.
Y aquella tarde me convencí de que me faltaba algo...
Y aquella tarde volví a sentirme sola.
[Porque la añoranza del regreso es más fuerte que el recuerdo de lo vivido]
9 de noviembre de 2007
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2 comentarios:
Ai mi niña >.< he pasado muchas veces por esa sensacion, aunque el porque no es el mismo. Ya lo he hablado contigo, sabes que debes darle tiempo al tiempo, intentar si puedes que no te afecten tanto las cosas y mantener la cabeza despejada.
PD: si quieres compañia podria hacerte unos dias ^^ sabes que no me importa en absoluto.
Cuidate mucho cielo! Death note rules
Elanor, no te me pongas emo tu también que a este paso cometo un crimen con todos vosotros xD.
En tu corazon deberías saber que nunca estas sola! :*
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